Diabetes
Las personas con diabetes deben prestar particular atención de asegurarse un equilibrio entre su alimentación, tratamiento y ejercicio, para ayudar a controlar bien su nivel de glucosa.
Como norma general, se considera que una persona lleva una dieta equilibradacuando los alimentos que ingiere combinan un:55%-60% de carbohidratos15%-20% de proteínas20%-30% de grasas.
Por supuesto, hay que tener en cuenta algunos factores al gestionar estos porcentajes, como la edad, el sexo, el peso, la estatura, el grado de actividad, el momento biológico en el que la persona se encuentra.
Hay muchas maneras de poder planificar las comidas, aunque las dos formas más comunes entre las personas con diabetes son el «método del plato» y «la cuenta de carbohidratos».
Objetivo de la dieta en un paciente diabético
El principal objetivo de la dieta diaria, en el caso de personas con diabetes, es controlar el nivel de la glucosa en sangre, pero también mantener un peso adecuado y que cada comida aporte una cantidad apropiada de nutrientes.
¿Cada cuántas horas debe comer un diabético?
Para un diabético no tratado con insulina, es importante comer cada tres o cuatro horas, ya que de esta forma se evita, por ejemplo, una posible hipoglucemia.
También se debe mantener un horario establecido de cara a las comidas, ya que facilita un mejor equilibrio metabólico.
¿Cómo afectan los alimentos a la cantidad de azúcar en sangre?
Los alimentos tienen un efecto directo en la glucosa en sangre. Algunos alimentos aumentan la glucosa en sangre en mayor medida que otros.
Los tres principales nutrientes de los alimentos son los hidratos de carbono (carbohidratos), las proteínas y las grasas.
¿Qué son los hidratos de carbono?
Los hidratos de carbono o carbohidratos son uno de los principales nutrientes y una de las fuentes de energía más importantes para nuestro organismo.
El sistema digestivo los convierte en glucosa (azúcar), que pasa a la sangre y se reparte por todo el cuerpo para ser utilizada como energía.
Los hidratos de carbono son los almidones, el azúcar y la fibra en alimentos como cereales, frutas, verduras, productos lácteos y dulces.
Aumentan la glucosa en sangre más rápido y en mayor medida que otros nutrientes de los alimentos como las proteínas y las grasas.
Saber qué alimentos contienen hidratos de carbono y la cantidad de hidratos de carbono de una comida resulta útil para el control de la glucosa en sangre.
Elija hidratos de carbono de fuentes saludables, como verduras, frutas y cereales integrales (altos en fibra) antes que hidratos de carbono procedentes de fuentes con azúcares, grasa y sal añadidos.
Utilizar 15 gramos de hidratos de carbono de acción rápida que contengan glucosa, como el zumo, bebidas azucaradas, gel o comprimidos de glucosa es el método preferido para tratar un nivel de azúcar en sangre bajo.
¿Cómo se clasifican los hidratos de carbono?
Según su estructura se dividen en:
* Azúcares: como la glucosa, sacarosa (o azúcar de mesa), fructosa (azúcar de la fruta) o lactosa (azúcar de la leche).
Están constituidos por una o dos moléculas, por lo que se absorben con gran rapidez.
* Almidones: son grandes moléculas compuestas por gran cantidad de unidades de glucosa, por lo que su absorción es algo más lenta que la de los azúcares.
* Fibra: son hidratos de carbono que no pueden ser digeridos por el aparato digestivo y, por tanto, incrementan el volumen de las heces y aumentan la sensación de saciedad, pero no afectan a los niveles de glucemia.
Es fundamental tener en cuenta que tanto los azúcares como los almidones aumentan los niveles de glucosa en sangre.
No tiene tanta importancia valorar si un alimento contiene más o menos azúcares, sino conocer el total de hidratos de carbono que aporta.
¿Es necesario conocer los alimentos ricos en hidratos de carbono para una persona con diabetes?
Sí, porque el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono eleva el nivel de glucosa (azúcar) en sangre: cuando el organismo transforma los hidratos de carbono en glucosa, ésta circula por el torrente sanguíneo, aumentando así el nivel de la glucosa en la sangre.
El control de la cantidad de hidratos de carbono que se ingieren a lo largo del día, es esencial para mantener adecuados sus niveles de glucosa.
¿Dónde se encuentran los hidratos de carbono?
Los encontramos en los diferentes grupos de alimentos. Será imprescindible incorporar alimentos de cada uno de ellos para poder llevar una dieta sana y equilibrada:
Lácteos
Una buena fuente de carbohidratos y proteínas. La Leche y el yogur tienen un contenido moderado de hidratos de carbono; por el contrario, los quesos casi no contienen.
Escogerlos preferentemente desnatados o semidesnatados, aunque también se pueden incluir quesos secos o curados en pequeñas cantidades.
Harinas
Son el grupo de alimentos con mayor aporte de hidratos de carbono, principalmente el arroz, la pasta, la patata, las legumbres, el pan y los cereales.
También se incluyen en este grupo otros derivados de los cereales, como las galletas o los productos de pastelería.
A pesar de que el contenido en hidratos de carbono es similar, se recomienda elegir productos integrales pues tienen una mayor riqueza nutricional y pasan a la sangre de forma algo más lenta.
Frutas
Fuente rápida de carbohidratos. Contienen hidratos de carbono en forma de azúcares, como glucosa, fructosa y sacarosa. Mejor frutas de temporada, pues conservan mejor
sus propiedades nutricionales. Se recomienda tomarlas con piel (muy bien lavadas), siempre mejor que en forma de zumo.
Verduras
Fuente secundaria de carbohidratos, la mayoría de ellas aportan pocos hidratos de carbono y una interesante cantidad de fibra, por lo que su efecto sobre la glucosa en sangre es bajo siempre que no se tomen grandes cantidades.
Si es posible, hortalizas de temporada, pues conservan mejor sus propiedades nutricionales. Combine el consumo de hortalizas crudas (ensaladas) con hortalizas cocidas.
Proteicos
Las proteínas son una parte necesaria de una alimentación equilibrada y pueden evitar que sienta hambre. No aumentan directamente la glucosa, a diferencia de los hidratos de carbono.
Sin embargo, para prevenir el aumento de peso, debe controlar las porciones en el caso de las proteínas. En las personas con diabetes tipo 2, la proteína hace que la insulina trabaje más rápido.
Las carnes, los pescados, los huevos y sus derivados contienen principalmente proteínas y grasas por lo que están casi libres de hidratos de carbono.
Preferir aquellos alimentos con menor contenido graso y utilizar cocciones ligeras, como plancha, horno o brasa. La grasa y las calorías varían según el tipo de carne y la pieza
Grasas
Las grasas son una parte necesaria en una alimentación equilibrada, especialmente las grasas saludables procedentes de pescado, frutos secos y semillas.
No elevan la glucosa en sangre, pero son altas en calorías y pueden favorecer la ganancia de peso.
Los aceites, la mantequilla, la margarina o la nata están libres de hidratos de carbono.
Utilizar preferentemente aceite de oliva, tanto para la cocción como para el aliño, y reducir el consumo de otras grasas, como la mantequilla, la margarina o la nata.
Los frutos secos también son una buena fuente de grasa saludable.
¿Qué cantidad de hidratos de carbono debo tomar cada día?
No se puede establecer una cantidad fija de hidratos de carbono para cada persona, sino que ésta depende de factores como la edad, peso, talla, actividad física o tipo de medicación utilizada.
Por ello, será su especialista quien le oriente sobre la cantidad y distribución diaria de los hidratos de carbono en su alimentación habitual.
¿Cómo elegir alimentos saludables?
El especialista en dietética o educador en diabetes puede ayudar a crear un plan de alimentación adecuado que encaje en su estilo de vida.
¿Qué es la fibra?
La fibra es un tipo de hidrato de carbono que se caracteriza por no ser absorbida en nuestro intestino delgado para convertirse en glucosa.
Esto provoca que llegue prácticamente intacta al intestino grueso.
La fibra puede clasificarse en soluble e insoluble.
- Fibra soluble (presente sobre todo en frutas, verduras y legumbres) enlentece la absorción de los hidratos de carbono y reduce la absorción de los lípidos (colesterol y ácidos grasos) en el intestino.
- Fibra insoluble
- (se encuentra en cereales integrales, hortalizas, verduras y algunas legumbres) contribuye a que las heces pasen más rápidamente a través del intestino reduciendo el tiempo de tránsito intestinal por lo que es muy útil para la prevención del estreñimiento.
¿Cuáles son los beneficios de la fibra?
En la actualidad la fibra forma parte de lo que se considera una dieta saludable contribuyendo a la prevención y tratamiento de la obesidad, enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Los principales beneficios de la fibra son:
* Disminuye los niveles de colesterol en sangre, especialmente el LDL.
* Mejora la función intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento.
Retrasa la absorción de la glucosa y reduce la subida de azúcar que se produce después de las comidas.
Provoca sensación de saciedad.
La lenta digestión de la fibra y su capacidad para retener agua hacen que se expanda en el estómago provocando un efecto saciante.
¿Qué beneficios aporta el consumo de fibra en personas con diabetes?
En personas con diabetes es importante mantener un buen control de los valores de glucosa y colesterol en sangre con el objetivo de prevenir y evitar complicaciones a medio y largo plazo.
Además, el control del peso es fundamental en el tratamiento de la diabetes, especialmente en la tipo 2.
Por lo tanto, es recomendable que los pacientes con diabetes realicen una dieta rica en fibra.
Consejos para seguir una alimentación saludable.
Se puede decir que no existe el alimento perfecto y que la persona con diabetes puede comer de casi todo, siempre en su justa medida, dando prioridad a los alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, frente a los procesados.
* Plan de alimentación individualizado, variado y equilibrado.
Alimentación fraccionada en cinco o seis tomas al día (menor volumen de alimento por toma, mejor control).
Este fraccionamiento debe ir en concordancia con el tratamiento con insulina o con la toma de antidiabéticos orales y con la práctica de ejercicio físico.
La dieta debe ser rica en fibra (verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y fruta, en las cantidades adecuadas a cada caso).
Una alimentación escasa en grasas saturadas y colesterol (moderar el consumo de lácteos completos y los muy grasos, carnes grasas, huevos y sus derivados, charcutería, etc.).
Tener en cuenta que el alcohol es hipoglucemiante (bajada de azúcar en sangre).
En caso de tomarlo, incluirlo en las principales comidas y nunca en ayunas.
Disfrute de comidas periódicas con porciones adecuadas. El profesional sanitario puede ayudarle a saber cómo elegir alimentos saludables y qué porciones son adecuadas.
Consuma distintos alimentos ricos en nutrientes en cada comida, como grasas saludables, carnes magras o proteínas, cereales integrales y lácteos desnatados en porciones apropiadas.
Elija alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales (salvado, pasta de trigo integral, arroz integral) tan a menudo como sea posible.
* Pruebe alternativas a la carne, como lentejas, judías o tofu.
Beba bebidas sin calorías, como té sin endulzar, café o agua.
* Elija sustitutos del azúcar y opciones bajas en sal.
antes de ir a la compra:
* planifique las comidas e incluya distintos alimentos de todos los grupos.
* haga una lista de la compra a partir de su planificación de comidas.
en la tienda:
lleve la lista y sígala a rajatabla.
Nunca compre cuando tenga hambre, para evitar la elección impulsiva de alimentos menos saludables.
Evite las bebidas azucaradas, los dulces y las patatas fritas.
Lea las etiquetas de los envases para tomar decisiones saludables.
¿Qué son las dietas por raciones?
En el caso de la diabetes el modelo de dieta por raciones se basa en el intercambio de alimentos según los hidratos de carbono que contengan ya que este es el principio inmediato que más directamente influye sobre la glucemia.
Esta dieta presenta dificultad de comprensión para algunos pacientes y requiere más tiempo de aprendizaje, precisando más dedicación por parte del educador.
Para seguir este tipo de dietas es necesario confeccionar listas que agrupen alimentos de contenido nutricional similar, según el principio inmediato que predomine (Hidrato de carbono, Proteína o Grasa), indicando las raciones de cada uno que pueden sustituirse para facilitar la variedad.
Además hay que tener un patrón de distribución que indique el número de raciones diarias equivalente de cada grupo.
Será por consiguiente una dieta en la que se contabilizan principalmente hidratos de carbono y se controla la ingesta de grasas y proteínas.
La unidad en que medimos la cantidad de carbohidratos de un alimento se denomina RACIÓN. Una ración es la cantidad de alimento (en peso comestible) que suministra 10 gramos de hidratos de carbono.
Por tanto, la ración es una estimación del contenido en carbohidratos del alimento, pero no nos informa de qué magnitud será la respuesta glucémica cuando se ingiera dicho alimento.
Para intercambiar los alimentos es necesario conocer las medidas de referencia y los alimentos a los que se les aplica, así como las raciones a las que corresponden dichas medidas.
El vaso medidor de alimentos cocidos (adaptado a 2 raciones) es de gran utilidad para intercambiar los alimentos del grupo de las harinas (patata, pasta, legumbres, guisantes o habas, arroz,…)
En el caso de las verduras la mayor parte de ellas son de consumo libre, y en caso de las que exigen más control como la zanahoria, alcachofa, remolacha, coles de Bruselas… 1 ración equivale a 200 grs.
En las principales comidas habitualmente el alimento rico en hidratos de carbono constituye el primer plato.
Fundamentalmente las legumbres (lentejas, garbanzos, judías) y los cereales (arroz o pastas) son los constituyentes básicos de la comida, mientras que la verdura con fécula (patata) lo es en la cena.
En general, las verduras cocinadas al vapor o a la plancha contienen tan pocos gramos de carbohidratos que no llega a una ración. Lo mismo pasa con las ensaladas de lechuga, tomate, pepino, espárragos, etc.
Por norma, todo lo que sea de color verde y se consuma crudo, se puede considerar libre en relación a su contenido en hidratos de carbono.
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