Los desafíos de una alimentación saludable
Una alimentación saludable es aquella que contiene una amplia variedad de alimentos ricos en nutrientes seleccionados de los 5 grupos básicos: vegetales y frutas, carnes y huevos, aceites y grasas, lácteos y harinas, y cereales. Además, debe ser baja en grasas y moderada en azúcares y sodio.
Para lograr que la alimentación saludable se transforme en un hábito y en un verdadero estilo de vida, es importante que comience en casa, y que se extienda y mantenga en otros ámbitos donde se realicen las comidas.
“Una de las claves para tener una alimentación saludable es pensar qué vamos a comer mañana, planificar la alimentación. Esto es fundamental, y debemos tenerlo presente, sobre todo cuando el almuerzo o la cena sucede fuera de casa”, aseguró el Dr. Jorge Tartaglione (M.N. 67502), presidente de la Fundación Cardiológica Argentina. Y agrega, “cuando no nos organizamos nos salteamos las comidas, comemos lo primero que tenemos a mano, y seguramente no vaya a ser la mejor opción. Planificar la alimentación nos permite además controlar la ansiedad, evitar comer entre comidas y comer más saludable”.
Para poder implementarlo y sostener una alimentación sana, compartimos algunas ideas prácticas y fáciles para aplicar:
- Pensar el menú de forma semanal con preparaciones simples y equilibradas, teniendo en cuenta los días que no vamos a comer en casa.
- Un buen recurso a la hora de ir al supermercado es llevar una lista de compras preparada previamente para elegir las opciones más adecuadas.
- Evitar ir al supermercado con hambre. Esto nos hace elegir mal y comprar de más.
- Una buena opción para el almuerzo laboral es preparar una vianda. Para facilitarlo, se puede pensar en preparar más comida para la cena y separar la porción que será el almuerzo del día siguiente antes de sentarse a comer. La comida preparada en casa suele ser más saludable.
- Utilizar especias para cocinar en lugar de sal, es fundamental reducir la ingesta de sodio en alimentos y bebidas para cuidar la salud del corazón.
- Llevar una botella de agua. El agua nos ayuda a controlar nuestro peso y siempre es la mejor opción para mantenernos hidratados. Incluso el agua tiene sodio, con lo cual es preferible elegir las que son reducidas en este mineral.
- Limpiar y preparar frutas y verduras semanalmente para agilizar las futuras preparaciones:
* Lavar, secar y guardar en la heladera las verduras de hoja envueltas en un rollo de cocina dentro de un recipiente cerrado.
*Al comprar zanahoria, repollo o remolacha, dejarlos ya rallados en heladera.
*Dejar el brócoli, coliflor, remolacha, papa o batata, hervidos o cocidos al vapor en un recipiente.
* Si no se dispone de tiempo o de ganas, no hay excusa, una buena opción y que nunca falla es comprar las bolsas de verdura congelada.
* Si las tartas o ensaladas representan un aburrimiento, el sándwich no está prohibido, siempre y cuando sea equilibrado. Algunas claves para armar un sándwich saludable es elegir:
* Pan árabe o integral (de salvado, centeno, multicereal u otro).
* Es importante sumarle proteína ya que van a brindar mayor saciedad, es decir carne, atún, pechuga de pollo fileteada, jamón cocido magro, queso por salut descremado o huevo picado.
* No olvidarse de los vegetales que le aportan color, volumen y fibra, además de diferentes nutrientes.
* Si se consumen frutos secos, galletitas o fruta como snack, controlar la porción. Lo ideal es separar en una bolsa para evitar comer todo el paquete.
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