Lesiones deportivas más frecuentes
Fracturas
Son las lesiones del hueso, que abarcan desde mínimas grietas microscópicas hasta verdaderos estallidos de la pieza ósea
Condropatías
El cartílago es la cubierta que fabrica un hueso para facilitar el movimiento respecto a otro hueso vecino. Las lesiones condrales o condropatías suponen la pérdida de la lisura (desflecaciones, úlceras) o de sus propiedades amortiguadoras (reblandecimiento).
Desgarros musculares
El músculo o “carne” se puede entender como un haz de cuerdas que al contraerse producen el movimiento del cuerpo. El desgarro supone la rotura de esas cuerdas o fibras musculares.
Esguinces
Los ligamentos son cuerdas que unen un hueso a otro. Son por tanto estabilizadores que evitan que los huesos se salgan de su sitio. El esguince supone el alargamiento o la rotura de esas cuerdas. Cuando el grado de rotura es tal que el hueso se sale completamente de su encaje natural estaremos ante una luxación.
Tendinosis
Los tendones son las cuerdas que unen el músculo al hueso, transmitiendo a éste último el movimiento generado por la contracción muscular. La tendinosis es la degeneración de estas cuerdas, que se hacen más gruesas, menos elásticas y más proclives a una rotura.
Clasificación de las lesiones
La práctica del deporte supone un gran beneficio para el organismo pero, a su vez, conlleva el riesgo de lesionarlo, proporcionalmente a la intensidad de los esfuerzos y a su duración.
Un tipo de clasificación distinguiría las lesiones deportivas en agudas y crónicas. Las lesiones agudas son causadas por un esfuerzo violento y rápido, como un desgarro muscular y las crónicas se producen por movimientos repetitivos, como las epicondilitis.
Otro tipo de clasificación atiende al tipo de tejido lesionado:
Tratamiento general
El tratamiento general de los cuadros agudos se basa en el reposo, con o sin inmovilización de yeso, la administración de antiinflamatorios (si no existe contraindicación por alergias o lesiones gastroduodenales entre otros) y la aplicación local dehielo.
Los casos crónicos requieren calor local profundo y fisoterapia específica para estirar y tonificar los tejidos. Pueden ser útiles las infiltraciones.
Esguince cervical
Los movimientos de frenado brusco de la cabeza pueden lesionar los ligamentos que unen entre sí las vértebras del cuello, produciendo un esguince cervical. Es típico de deportes de coches o de motos, en gimnastas, en saltadores, etc.
Habitualmente la exploración que realiza el médico junto con radiografías del cuello es suficiente para el diagnóstico. La resonancia magnética no suele aportar muchos más datos al diagnóstico si no hay pérdida de sensación o de fuerza en brazos o piernas.
La gravedad del esguince cervical no está determinada por la magnitud de los síntomas: dolores de cuello y espalda, rigidez, mareos y zumbido de oídos. La gravedad estriba en el grado de inestabilidad, es decir en el movimiento anormal de una vértebra respecto a las otras cuando el cuello se mueve, por el riesgo que tiene de seccionar la médula ósea.
El tratamiento de los esguinces sin inestabilidad implica la inmovilización con collarín y con calor (frío no aunque sea un proceso agudo, relajantes musculares y antiinflamatorios) seguidos de rehabilitación. La inestabilidad requiere intervenir quirúrgicamente.
Lesiones especificas Tendinitis-tendinosis del manguito rotador
El manguito rotador es el conjunto de tendones que nos permiten realizar la elevación y el giro del hombro. Los esfuerzos repetitivos típicos de lanzadores, tenistas, jugadores de balonmano, etc, producen degeneración e inflamación de dichos tendones. El resultado es un roce de la capa tendinosa con el arco de hueso que limita el hombro por la parte superior. El roce produce dolor y va limitando tanto la movilidad como la fuerza del hombro.
El diagnóstico se basa en la exploración que realiza el médico y ocasionalmente puede requerir pruebas complementarias como la resonancia magnética nuclear. Para prevenir este tipo de lesión es necesario potenciar los músculos adyacentes, como el deltoides, que protegen esta zona de sobreesfuerzos.
El tratamiento es el que se recomienda para procesos crónicos en general. Puede ser necesaria la cirugía de descompresión del rozamiento o de sutura del manguito, que cada vez son más accesibles mediante la técnica de artroscopia.
Epicondilitis
Es una tendinosis -en la cara externa del codo- de los tendones que extienden la muñeca y los dedos de la mano. Es una lesión típica de tenistas y motoristas. En los golfistas el lado contrario del codo es que suele lesionarse, afectando a los flexores (es la epitrocleitis).
La exploración que realiza el médico basta para el diagnóstico, pudiendo complementarse con una ecografía. Es necesario realizar estiramientos adecuados en los entrenamientos y cambiar la postura con la raqueta o con el manillar para prevenir sufrir una epicondilitis. Se recomienda el mismo tratamiento que para las lesiones crónicas, teniendo en determinados casos que pasar por el quirófano.
Osteopatía del pubis
Es un cuadro de tendinosis con tendinitis, a la altura de la inserción de los aductores del muslo en la pelvis. Es una lesión frecuente en jugadores de fútbol. Produce dolor y cojera por los movimientos del muslo y limita mucho la capacidad para abrir las piernas.
Habitualmente el diagnóstico se hace tras la exploración del médico, necesitándose ocasionalmente una ecografía. Para prevenir este tipo de lesión, es necesario efectuar de forma adecuada estiramientos musculares en los entrenamientos, ya que es frecuente en personas con mucha musculatura en los muslos pero poco estirados.
Se aconseja el mismo tratamiento que para las lesiones crónicas, pudiendo ser necesario recurrir a la cirugía en casos rebeldes.
Desgarro muscular
Es un cuadro agudo, producido por un tirón brusco del músculo en el deportista que ha calentado poco o se ha entrenado poco. Se suelen romper los aductores del muslo a los jinetes, los gemelos a los tenistas y alpinistas y con mucha frecuencia el recto anterior del cuádriceps a los futbolistas.
Por lo tanto es fundamental un calentamiento adecuado con estiramientos musculares y conocer nuestros propios límites.
El diagnóstico se sospecha por la exploración que realiza el médico y se confirma con una ecografía. Al tratamiento se asocia medicación relajante muscular (miorrelajante). Según los casos, en los desgarros completos puede ser necesaria la cirugía para suturar el desgarro.
Lesiones de rodilla
Ver artículos específicos:
- Lesiones de rodilla: el cartílago articular
- Lesiones de rodilla: ligamentos colaterales
- Lesiones de rodilla: ligamentos cruzados
- Lesiones de rodilla: meniscos
Rotura del tendón de Aquiles
Es típico de deportistas maduros, con buena musculatura gemelar pero con tendinosis del tendón de Aquiles. Éste se desgarra si hay unacontracción brusca muscular. Es frecuente en tenistas, jugadores de paddle, futbolistas, etc.
Habitualmente basta con la exploración del médico para efectuar el diagnóstico, pudiendo confirmarlo una ecografía. Si la rotura es parcial el tratamiento es el genérico de fase aguda y se indicarán fármacos relajantes musculares y la inmovilización del pie en flexión. Si la rotura es completa se recomienda la reparación mediante cirugía.
Para prevenir sufrir una rotura del tendón de Aquiles, es importante realizar un calentamiento adecuado con estiramientos antes de practicar la sesión deportiva.
Esguince agudo de tobillo
El esguince de tobillo se produce por una torcedura de la articulación del tobillo, afectando más frecuentemente a los ligamentos de la cara externa del tobillo. Esta lesión se da con frecuencia en los deportes “cuerpo a cuerpo” y de pivotajes (el pie queda fijo y el cuerpo gira sobre el tobillo) como fútbol, baloncesto, tenis y gimnasia. La zona del ligamento lesionado se hincha, duele e impide el movimiento y apoyo del pie afectado.
El diagnóstico se basa en la exploración que realiza el médico. Raramente se requiere otro tipo de exploraciones para confirmar el diagnóstico. Muy raramente se recurre a la cirugía ya que basta con el tratamiento general para casos agudos. No obstante, dependiendo del grado de esguince el tiempo de inmovilización será mayor o menor. Es importante comprender que durante meses puede haber molestias debidas al proceso de cicatrización.
Para prevenir un esguince agudo de tobillo es importante tener una buena masa muscular que ayude al tobillo a descargar la fuerza de torsión.
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