Lesiones musculares, qué son y por qué se producen
Las lesiones musculares comprenden un gran abanico de posibles lesiones y van desde un dolor muscular o una contractura muscular inicial mínima, hasta una rotura muscular completa. Voy a tratar de aclarar éste tipo de lesiones, porqué lo sufren multitud de deportistas y porqué unos se curan más rápido y otros tardan más tiempo. Veamos cuáles son los tipos y las principales causas de lesión muscular.
TIPOS DE LESIÓN MUSCULAR
Diferenciaremos los tipos de lesiones musculares en función de si presentan o suponen una lesión anatómica y del tiempo de recuperación:
Tipos de lesiones musculares sin lesión anatómica
- Rampa o calambre: Es una contracción muscular brusca y pasajera de ciertos fascículos o fibras musculares. Suele ser muy dolorosa y cede espontáneamente en unos segundos. Muy frecuente en corredores deshidratados, con desórdenes histo-químicos (potasio, magnesio, calcio), con sudoración excesiva, vómitos o diarreas. El músculo se encuentra saturado de impulsos eléctricos a los que no puede hacerles frente.
- Dolor muscular (agujetas): Muchos de nosotros hemos tenido dolores musculares que ceden espontáneamente al 2º o 3º día tras una carrera. Deben ser considerados una lesión muscular. Se desconoce la razón exacta de su aparición, pero existen varias teorías: microrupturas, microinfartos musculares, cristalización metabolitos…
- Contractura muscular: Se trata de una lesión muscular que se presenta de forma que los músculos se encuentran en un estado de tensión permanente. Hablamos de contractura de una parte del músculo, cuando es secundaria a un ejercicio violento, sprint o un sobreesfuerzo. Se identifica como un dolor muscular que aparece probablemente al día siguiente y no en “caliente”. Tanto el estiramiento como la contracción del músculo son dolorosos. Si no se controla, puede llevar a una lesión más importante del músculo.
«En el caso de la contractura, si no se controla, puede llevar a una lesión más importante del músculo»
Tipo de lesiones musculares con lesión anatómica
A diferencia de las lesiones musculares anteriores, aquellas que conllevan lesión anatómica, son secundarias a un estiramiento del músculo más allá de sus límites fisiológicos. Ocurren durante la contracción muscular o consecutiva a esta contracción. Afecta al músculo, terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos de la zona lesionada. Así pues, provoca: dolor muscular, inflamación y uno o varios hematomas. Actualmente la mejor manera de diagnosticarlas, tratarlas y controlarlas es mediante ecografía.
- Elongación: Se trata de una lesión muscular reversible. Se manifiesta como un dolor muscular moderado que se recupera en unas horas. Es un estiramiento de fibras musculares sin rotura y, por tanto, sin hematoma. El período de recuperación es de 5 a 10 días. A veces es difícil de diferenciar de la contractura muscular. Sería como un muelle que se ha estirado más de la cuenta pero sin romperse.
- Distensión: Es la rotura fibrilar correspondiente a la rotura de un número importante de fibras o fascículos musculares. Provoca retracción de éstas, impotencia funcional, dolor muscular vivo, agudo y violento, que impide incluso apoyarse sobre la pierna afectada. A veces se siente como una puñalada o una pedrada, obligando a parar inmediatamente por la impotencia funcional. El miembro afectado se inflama y puede aparecer un hematoma, testigo de un sangrado muscular más profundo. La recuperación de esta lesión del músculo dura de 3 semanas a 2 meses, dependiendo de la cantidad de fibras rotas y de su localización.
- Rotura o Desgarro muscular: El dolor muscular invalidante con impotencia funcional completa, disminución de la fuerza y hemorragia asociada. Es la lesión del músculo parcial o total, por la sobreextensión del mismo o un esfuerzo repentino (movimiento rápido en giros, saltos, forzar). Se desgarra, con la percepción a veces de un “crac”. Clínicamente se inflama la zona, evidenciándose una tumefacción encima de la rotura, y el músculo retraído. En el caso de los comúnmente llamados músculos isquiotibiales (parte posterior del muslo) tienen tendencia a retraerse, por lo que se fatigan debido a la contracción repetida de esfuerzos. Según las estadísticas, se lesiona más el bíceps femoral en su porción larga, y en segundo lugar el semitendinoso.
PRINCIPALES CAUSAS DE ROTURA MUSCULAR
1. Balance muscular no adecuado
Todos los grupos musculares comprenden músculos de funciones contrarias (agonistas y antagonistas, pe. Bíceps y tríceps, cuádriceps e isquiotibiales…). Cuando existe un desequilibrio entre ambos, aumenta el riesgo de lesión del músculo o rotura muscular.
2. Déficit de elasticidad
La falta de elasticidad entre las fibras musculares hace que el músculo sea más rígido, aumentando así el riesgo de rotura muscular.
3. Alteración higiénico-dietética
Cuando hablamos de alteración higiénico-dietética, nos referimos a una deshidratación antes, durante y post deporte. El músculo deshidratado está más expuesto a lesiones. El abuso de alcohol, drogas o corticoesteroides (dopaje) son prácticas que pueden provocar una deshidratación grave y por lo tanto favorecer la rotura muscular.
4. Desórdenes histo-químicos
Las alteraciones de los oligoelementos (calcio, potasio…) necesarios para el metabolismo muscular pueden facilitar este tipo de lesiones musculares. Por este motivo, es importante respetar los periodos de recuperación y aportar éste tipo de nutrientes.
5. Mal apoyo, tipo de zapatillas, gestos deportivos incorrectos
La mala postura al correr o apoyar o unas zapatillas inadecuadas para el deporte que se practica, son algunos condicionantes que pueden conllevar un sobreesfuerzo muscular con la consiguiente sobrecarga.
6. Descanso insuficiente, dormir pocas horas
La falta de sueño, el exceso de entrenamiento afectan a la recuperación y a la tensión muscular.
7. Calentamiento insuficiente
Un calentamiento corto, de poca intensidad o inadecuado puede, no solo no ayudar a prevenir lesiones musculares, sino incluso favorecerlas.
8. Condiciones atmosféricas, clima
En un clima frío y húmedo, la tensión muscular es mayor. En estos casos, se hace más difícil el calentamiento y la recuperación y se reduce la elasticidad, favoreciendo la aparición de lesiones musculares.
9. Condiciones propias de cada deportista
La raza, el sexo o las condiciones genéticas (cada vez ésta más demostrada la predisposición genética) pueden condicionar significativamente en la aparición de roturas musculares. Por otro lado, cada deportista tiene una diferente capacidad de regeneración o curación.
10. Debilidad de un músculo dentro de un mismo grupo muscular
La debilidad de un músculo concreto que forma parte de un grupo muscular implica que unos tendones tengan que trabajar más para complementar la debilidad del resto. Esto provoca una descompensación y facilitando la rotura muscular.
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