Lesiones musculares

  • Calambre: es una contracción involuntaria de un músculo o de varios grupos de fibras musculares como consecuencia de haberlo sometido a un sobreesfuerzo.
  • Contractura: es el incremento en la tensión del músculo en estado de relajación tras un esfuerzo prolongado. La recuperación oscila entre los 5 y los 10 días.
  • Elongación: es el sobreestiramiento de todo un músculo sin llegar a ocasionar un daño anatómico. No produce hematoma y el periodo de recuperación es corto (entre 5 y 10 días).
  • Rotura fibrilar: interrupción en la continuidad de un grupo de fibras musculares que ocasiona una hemorragia local y la consiguiente respuesta reparativa. Según el músculo afectado y el número de fibras rotas el tiempo de recuperación oscila entre los 15 y los 60 días.
  • Rotura muscular: es el mismo cuadro anterior, pero afectando a un número importante de fibras o a todo el músculo. Requiere tratamiento quirúrgico y el tiempo de recuperación es largo.
  • Contusión muscular: ocasionada por la agresión de un agente externo, que choca contra el músculo y lo comprime contra la estructura ósea. Aparte de la lesión muscular, el golpe ocasiona un edema inflamatorio.
     

Tratamiento de las lesiones musculares

Las lesiones que no implican una afectación anatómica suelen evolucionar de forma natural hacia la curación en un espacio de tiempo corto. En las contusiones y roturas, donde se produce un hematoma y es necesaria una cicatrización, la evolución es más incierta.
Las lesiones musculares son frecuentes, pero no suelen diagnosticarse ni tratarse adecuadamente. Si el paciente no recuerda el movimiento que causó la lesión y puede continuar con su actividad, suele tratarse de una lesión banal que se curará en un plazo máximo de una semana.
Si por el contrario recuerda el movimiento exacto que provocó la lesión y el dolor se reproduce al intentar continuar, la lesión puede ser más grave. Si no se trata adecuadamente, la lesión puede hacerse crónica.
La ausencia de calentamiento antes de comenzar la práctica deportiva o bien la realización de un calentamiento incorrecto es un factor que favorece la aparición de este tipo de lesiones.

Contracturas y elongaciones

  • Reposo relativo para aquellas actividades que reproduzcan las molestias.
  • Aplicación de calor (seco) durante un periodo de dos a cinco días.
  • Se aconseja la aplicación de un masaje suave.
  • Pueden administrarse fármacos (relajantes musculares).
     

Contusiones y roturas

El tratamiento se divide en tres fases:
1ª Fase: Se ha formado el hematoma y el objetivo es reducirlo. Si el hematoma se localiza entre los fascículos musculares, la lesión tiene mejor pronóstico que si se sitúa dentro de un fascículo (hematoma intramuscular), que tiene peor pronóstico, precisa mayor periodo de curación y evoluciona con frecuencia hacia la cronificación. Suele durar entre 48 y 72 horas. Se recomienda reposo absoluto del miembro o la zona lesionada. Se debe aplicar frío (crioterapia) durante las primeras 48 horas, de tres a cinco sesiones diarias de entre 15 y 20 minutos de duración. Es aconsejable interponer un paño húmedo entre la piel y la bolsa con hielo para evitar lesiones por frío.
  • Realizar un vendaje compresivo y elevar el miembro lesionado cuando la región lo permita. Conviene tomar un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y un relajante muscular.
  • Debe evitarse la práctica indiscriminada de masajes, ya que puede facilitar las hemorragias y la cronificación de la lesión.
2ª Fase: es la fase de cicatrización. El tratamiento va dirigido a lograr que la cicatriz sea lo menor y lo más funcional posible. En esta etapa se debe mantener el vendaje compresivo, aplicar calor mediante paños, bolsa de agua o manta eléctrica, también entre tres y cinco sesiones diarias de 15 a 20 minutos de duración.
  • A partir del tercer o quinto día es conveniente empezar a realizar contracciones musculares en reposo siempre que no ocasionen dolor. Han de repetirse varias veces al día con el fin de orientar adecuadamente el tejido que está cicatrizando.
     
  • La fisioterapia permite acortar el tiempo de recuperación. Son numerosas las técnicas empleadas en la actualidad: termoterapia, ultrasonidos, electroterapia, laserterapia, cinesiterapia,… Se deben introducir las contracciones con movimiento y los estiramientos según vayan siendo soportados con malestar pero sin dolor.
3ª Fase: reanudación progresiva de la actividad deportiva. Deben prevenirse nuevas lesiones realizando estiramientos de la musculatura afectada antes y después del ejercicio.

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